Las hojas quemadas por exceso de abono se vuelven un problema común para quienes intentan nutrir sus plantas en casa, pero a veces sin conocer las precauciones necesarias. Aunque el abono es fundamental para el crecimiento vigoroso, excederse en su uso puede afectar gravemente la salud de la planta.
El fertilizante proporciona los nutrientes que las plantas necesitan para desarrollarse, pero el exceso de fertilización resulta en la acumulación de sales y nutrientes que saturan el suelo. Cuando esto ocurre, las raíces sufren daños por el exceso de sales, que les dificulta la absorción de agua, provocando deshidratación y estrés en la planta.
Este desequilibrio nutricional puede impedir también la absorción de otros nutrientes esenciales, afectando a la planta en su totalidad. Algunos efectos que causa el exceso de abono en el suelo y las plantas son la acumulación de sales, el desequilibrio de nutrientes o el daño en las raíces.
Es común que el exceso de abono manifieste sus efectos en el follaje de las plantas. Las puntas y bordes de las hojas tienden a volverse marrones o amarillas, y las hojas más jóvenes suelen ser las primeras en mostrar síntomas.
En los casos más graves, las hojas se secan, se enrollan o caen antes de tiempo. Además, una planta que ha sido sobrealimentada con fertilizante tiende a mostrar un crecimiento débil o incluso detener su desarrollo.
Si notas que las hojas de tus plantas están quemadas debido a la sobrefertilización, es importante actuar sin demora. Aquí te explicamos los pasos que puedes seguir para revertir el daño.
¿Eres de los que, por más que lo intentan, se les mueren todas sus plantas?
— pictoline (@pictoline) June 13, 2019
Aquí unos consejos (muy) básicos para que sobrevivan a ti pic.twitter.com/qeqWErvGMZ
El lavado de raíces es una técnica recomendada cuando el exceso de fertilizante es extremo. Este proceso consiste en regar la planta con una cantidad de agua que equivale al triple del volumen de la maceta para diluir y arrastrar los nutrientes acumulados en el sustrato.
Aunque efectivo, el lavado de raíces puede estresar a la planta, especialmente si ya se encuentra debilitada: como referencia, si la maceta es de 20 litros, aplicar alrededor de 60 litros de agua. Esta técnica puede requerir tiempo y paciencia, pero es efectiva en casos de sobrefertilización severa.
Es importante tomar medidas para evitar la sobrefertilización y, en cambio, nutrir de forma gradual y adecuada a tus plantas. Aquí tienes algunas recomendaciones prácticas:
Una vez aplicadas estas medidas, es fundamental darle tiempo a la planta para que se recupere y continúe con su crecimiento normal. El monitoreo constante ayuda a notar cualquier cambio en las hojas y los tallos, y te permite ajustar el riego y la fertilización en función de la respuesta de la planta.
Cuidar las plantas y evitar los errores de sobrefertilización es un proceso de aprendizaje continuo, en el que la observación y la paciencia son los mejores aliados. Con el tiempo, será más fácil reconocer las necesidades específicas de cada planta y ajustar la cantidad y frecuencia de los nutrientes, asegurando un crecimiento óptimo y prolongado en el jardín.