Un sorprendente vídeo se dio a conocer en las últimas horas, en el que se muestra a un grupo de personas a la intemperie en una zona desértica de Mongolia Interior (China). Repentinamente, a varias de ellas se les eriza el pelo como señal de la inminente caída de un rayo. Lo sucedido es un efecto conocido pero muy difícil de registrar, por eso lo valioso de este vídeo como material educativo en la prevención de tormentas.
Los rayos que se producen durante las tormentas son grandes descargas eléctricas que se generan por diferencia de potencial entre la nube y la superficie, típicamente.
Los elementos que se encuentran en la superficie (en este caso las personas), pueden cargarse positivamente durante una tormenta, y eso causa un desequilibrio de carga que se manifiesta, por ejemplo, en que logremos sentir cómo se eriza el pelo en posición de punta o que se produzcan chispas al chocar nuestros dedos o al tocar objetos metálicos.
En caso de experimentar este tipo de situación, el consejo primordial es buscar refugio inmediatamente, en el interior de una vivienda o también dentro de un automóvil.
En caso de que esto sea imposible, es de vital importancia mantenerse lejos de objetos elevados como árboles, y ponerse en posición de cuclillas agachando la cabeza con las manos en la nuca, adoptando una posición fetal con el fin de reducir al máximo la zona de o con el suelo.
Se estima que en la Tierra se producen por día unas 44 mil tormentas que generan unos 8 600 000 rayos. Una fracción de ellos cae en zonas pobladas o habitadas, produciendo unas 24000 muertes al año.
Los rayos viajan una velocidad media de 440 km/s, (pudiendo alcanzar velocidades de hasta 1400 km/s). Miden unos 5 km de longitud en promedio, y solamente 1 cm de ancho. Existen registros de caída de rayos incluso a más de 20 kilómetros de distancia del lugar de la tormenta.