Si se habla de tormentas, debemos hacerlo sobre la madre de las nubes, el Cumulonimbus. Su gran desarrollo vertical y su formación por una columna de aire cálido y húmedo lo definen. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) lo define como una nube amazacotada y densa, con un desarrollo vertical considerable en forma de montaña o enormes torres.
En nuestras latitudes, la base de estas nubes de tormenta alcanzan los 2 km de altura y su parte más alta puede alcanzar o superar los 14 km, algo que las hacen espectaculares de ver y de ser fotografiadas.
Un Cumulonimbus ya no va a crecer más en altura cuando se observa una zona aplanada y horizontal en su parte de arriba, como si se tratase de un sombrero. Esa parte de la nube es conocida, técnicamente, como yunque.
Por norma general es asimétrico si se tiene como referencia el eje central de la célula tormentosa. También se puede conocer la dirección final de la tormenta debido a que se extiende más hacia la dirección que sopla el viento predominante en altura.
En la zona tropical, estas nubes de crecimiento vertical pueden alcanzar los 18 kilómetros de altura. Pero eso es allí, en nuestras latitudes los Cumulonimbus suelen alcanzar un máximo de 10 a 12 km, aunque a veces van más allá.
Tipo de nube | Altura en km en nuestras latitudes |
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Nubes bajas | Hasta los 2 km |
Nubes medias | 2 - 7 km |
Nubes altas | 5 - 12 km |
Datos obtenidos OMM |
La altura de las nubes varía en función de la latitud donde nos encontremos dentro del planeta tierra. La troposfera no tiene unas características comunes para todo el globo terráqueo, por ejemplo, es más delgada y fina cerca de los polos, limitando el crecimiento vertical de las nubes hasta los 8 o 10 kilómetros; y ocurre justo lo contrario en el ecuador, allí los nubarrones tienen mucho más espacio para crecer, hasta los mencionados 16 o 18 kilómetros.