El halo ordinario o de 22º es solo uno de los fenómenos ópticos atmosféricos que constituyen la familia de los halos . También forman parte de ella los parhelios o soles falsos, que aparecen a veces a los dos lados del sol, así como el halo grande (de 46º) y otros fenómenos que debido a la gran cantidad y variedad de cristales de hielo que hay en el gélido aire de las regiones polares, son relativamente frecuentes allí, como el círculo parhélico o el arco tangente superior, entre otros.