Ya prácticamente hemos superado la primera mitad de la canícula, el período más caluroso de todo el año. Siempre ocurre entre mediados de julio y agosto. Su nombre proviene de la constelación del Can Mayor, porque antaño aparecía en el cielo nocturno durante esta época del año. Hoy en día, Sirio, estrella de esta constelación sigue siendo la más brillante del cielo, conocida como la "estrella abrasadora".
¿Qué nos dice el refranero sobre este período de calor intenso? La sabiduría popular ha observado y relatado algunos refranes españoles que dejan claro que este calor extremo puede afectar en el día a día, especialmente, de la agricultura. Además, nos da consejos para lidiar con el sofoco constante de esta época del año.
La mayoría de refranes populares que se refieren a esta época del año hablan del calor que hace y cómo nos afecta. Humanos, plantas y animales quedamos a expensas de la temperatura con un propósito en común: movernos poco para no generar calor interno. Lo reflejan, sin duda, los refranes que dicen "En canícula, ni mula pía", "La canícula, el hambre quita" o "En canícula, perro a la sombra".
Los consejos para sobrellevar mejor el calor están servidos. Ahí surgen los refranes que dicen "A la canícula, ni sufrir ni pescar", "En la canícula, al río, poquito a poco" o "En canícula, mejor siesta que faena". Sin duda, cuando la temperatura pasa de los 40 °C, mejor quedarse en casa o estar en remojo.
Otro de los sectores más afectados por el tiempo es la agricultura. Si hace mucho calor, no llueve, o, por el contrario, se forman grandes tormentas de verano, los campos pueden quedar completamente devastados.
El refranero lo tiene claro: "En canícula, si llueve, baila" hace referencia a la necesidad de lluvia en esta época del año, aunque, por otro lado, cuando es muy intensa, puede ser peligrosa: "Canícula con lluvia, malo para la viña". Queda reflejado que "Canícula clara, cosecha cara", es decir, si hace mucho calor, la cosecha se perderá, así que mejor "Canícula sosegada, buen año de labranza".
Aunque hoy en día nos basamos en la ciencia y en los modelos meteorológicos para saber cuál es la predicción del tiempo, antaño no disponían de estos medios. La sabiduría popular transmitía de generación en generación los aprendizajes y las observaciones que hacían sobre el comportamiento del tiempo en forma de refranes.
Las predicciones a largo plazo, incluso se aventuraban a pronosticar cómo iban a ser las siguientes estaciones del año, con "Canícula cerrada, invierno nevada", aunque ahora, estos pronósticos lo dejamos en manos de las investigaciones meteorológicas.