El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) de la Unión Europea emite alertas cuando se detectan riesgos en productos alimenticios. El número de alertas, su trazabilidad, gestión y cierre de la alerta es público. Cuando la alerta supone un riesgo para el consumidor se informa por diferentes vías. Lo habitual es que no llegue al consumidor. Actualmente, algunos medios se hacen eco de unas pocas alertas emitidas por este sistema: las que proceden de Marruecos.
El Anisakis es un parásito nematodo que se encuentra en el canal digestivo de algunos peces (de mar) y, a través de ellos, puede pasar a los seres humanos. Estos parásitos pueden causar anisakiasis, una enfermedad que afecta el sistema digestivo de las personas que consumen pescado crudo o mal cocido contaminado con larvas vivas de Anisakis.
Los síntomas incluyen dolor abdominal, náuseas y vómitos. También hay un porcentaje muy bajo de población (1%) que tiene alergia al nemátodo.
El pescado infestado con anisakis no es único ni exclusivo de Marruecos (en el norte de España es muy frecuente verlo en el pescado procedente del Cantábrico). Igual que este tipo de alertas, que, pese a lo que vemos en algunos medios de comunicación empeñados en sólo informar cuando la alerta es de alimentos procedentes de Marruecos, es un sistema europeo que informa de todo lo que sucede en Europa.
La presencia de este parásito en forma de plaga tiene la marca del hombre en su origen, las causas son estas:
De nuevo, todo lo que le hacemos a nuestro entorno, vuelve. El aumento de anisakis no solo representa un problema ecológico, sino también un riesgo para la salud humana.
La alerta RASFF específica sobre el pescado procedente de Marruecos indica que se han encontrado larvas de Anisakis en ciertos lotes de pescado importado. Cuando se detecta, el producto se bloquea y no llega al mercado, que es el último objetivo de este sistema de control.
Lo más importante es ser consciente de que estos tipos de alerta permiten una respuesta rápida por parte de las autoridades, industria y consumidores para minimizar los riesgos. La detección temprana y la comunicación rápida ayudan a prevenir la distribución y el consumo de producto no inocuos al mercado.
Se recomienda cocinar el pescado adecuadamente, ya que las altas temperaturas matan a las larvas de Anisakis. Como no podemos asegurar los 65 ºC mínimo, es mejor utilizar la otra medida preventiva es congelar el pescado durante al menos 5 días lo cual también es eficaz para eliminar el parásito. Estos 5 días garantizan que en el centro, durante al menos 24 horas, se conseguirán -18ºC.
En España, por suerte o por desgracia, conocemos ampliamente el problema del anisakis y se ha formado e informado a los consumidores y productores de las medidas que deben tomar para minimizar los riesgos. Ojalá esos medios de comunicación que siembran dudas, aprendan más sobre inocuidad alimentaria.