Las precipitaciones abundantes serán protagonistas, algunas en forma de nieve en zonas poco habituales en amplias zonas peninsulares con cotas de nieve que pueden oscilar entre los 300' y 500 m.
Hay que recordar que no es la borrasca Filomena la que genera o generará nevadas y el tiempo invernal adverso: es la interacción y conjunción de tres ingredientes que actúan a la vez sobre la Península. Es muy fácil atribuir sólo a la borrasca los efectos en superficie tan complejos.
A los otros dos ingredientes a nivel sinóptico ya están afectando a la Península, una vaguada polar y aire gélido. Ahora se le une la elongada borrasca Filomena con dos bajas: una principal aún alejada de la Península y al noroeste de Canarias, y otra baja secundaria que ya ha entrado por el sur de la Península.
Estas dos bajas darán lugar a dos episodios de nevadas y de lluvias intensas: un episodio centrado durante el jueves 7 de enero, y otro el sábado 9 de enero. Canarias podría sufrir importantes precipitaciones por la baja principal asociada a Filomena.
El temporal de lluvia se centrará sobre Canarias y zonas del sur peninsular. El viento y mala mar se darían en el Mediterráneo Occidental. Más de la mitad de España estará de alguna manera bajo los avisos meteorológicos.
Posteriormente y para la próxima semana, un anticiclón se podría imponer sobre la Península y Baleares. Con las nevadas en el suelo, vientos débiles, y cielos despejados crearán un cóctel perfecto para que el frío gélido invernal se quede con nosotros y se acentúe hasta valores de temperaturas mínimas históricas que podrían alcanzar valores históricos con dos dígitos en valores negativos. Pero este es otra historia.
Las temperaturas se desplomarían a valores récords y podríamos estar frente a un episodio de aire gélido también histórico en muchos lugares, como Madrid. Las heladas podrían ser muy adversas. Pero queda mucho para estas predicciones.
Cielos despejados, vientos débiles y la nieve en el suelo bajo condiciones anticiclónicas están detrás de esta situación heladora y potencialmente generadora de la primera ola de frío de 2021. Se podrían dar casos donde las temperaturas mínimas de algunas zonas de montaña fueran superiores a las de las zonas llanas circundantes por el fenómenos de la inversión térmica.