La “emergencia climática” se define como "una situación en la que se requieren medidas urgentes para reducir o detener el cambio climático y evitar el daño ambiental potencialmente irreversible que resulta de él", según OD.
Según los datos del diccionario, el uso de "emergencia climática" se disparó un 10,796%, informa The Guardian.
Oxford dijo que la elección fue reflexiva, no solo del aumento de la conciencia climática, sino del enfoque específico en el lenguaje que usamos para discutirlo. El aumento de la "emergencia climática" reflejó un impulso consciente hacia un lenguaje de inmediatez y urgencia, dijo el diccionario.
En 2019, "clima" se convirtió en la palabra más común asociada con "emergencia", tres veces más que "emergencia de salud" en segundo lugar.
En 2018, el clima no figuraba en las principales palabras que normalmente se usaban para modificar emergencias, en cambio, los principales tipos de emergencias sobre los que escribían las personas eran emergencias de salud, hospitalarias y familiares, dijo el de selección.
Fundeu BBVA ya apuntaba este hecho en su entrada de septiembre de 2019.
En los medios es cada vez más frecuente encontrar noticias sobre medioambiente en las que aparecen las expresiones calentamiento global, cambio climático, crisis climática y emergencia o urgencia climática. Sobre estas denominaciones conviene precisar lo siguiente:
De este modo, aunque la expresión cambio climático no es censurable, crisis climática es más adecuada para referirse a la magnitud y a las consecuencias del cambio climático causado por la actividad humana.
Cuando, además, se quiera enfatizar la amenaza que esto supone y la necesidad de actuar sobre ella con medidas urgentes, pueden emplearse las alternativas emergencia y urgencia climática, como en «Los jóvenes piden en la calle que se declare la emergencia climática» o «Hacia la declaración de emergencia climática: qué es y para qué sirve».
Fuente y para más información en The Guardian