Cuidados de la albahaca en maceta: la planta mediterránea que adoran los balcones españoles

La albahaca es una planta aromática perfecta para cultivar en maceta. Con unos cuidados básicos que te detallamos a continuación, llenará tu balcón de aroma, frescura y un toque mediterráneo inconfundible.

Albahaca maceta
La albahaca, una aromática todoterreno ideal para cultivar en maceta.

La albahaca (Ocimum basilicum) es una de las plantas aromáticas más queridas y conocidas del Mediterráneo. Su aroma es intenso e inconfundible, sus hojas son frescas y su facilidad de cultivo la convierten en la compañera perfecta para quienes buscan dar vida a sus balcones.

Es una realidad que cada vez más personas apuestan por cultivarla en maceta, aprovechando incluso pequeños espacios para tenerla siempre a mano. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber para cuidar de la albahaca en maceta y disfrutarla durante toda la temporada de la manera más efectiva posible.

¿Por qué cultivar albahaca en maceta?

Tener albahaca en casa no solo es útil para cocinar, sino también desde el punto de vista decorativo y aromático. Cultivarla en maceta permite tenerla a mano, controlarla fácilmente y moverla según la luz o el tiempo. Es perfecta para balcones, terrazas y ventanas soleadas.

Para que su desarrollo sea el correcto, desvelamos algunos consejos clave y fáciles de realizar.

Elegir la maceta y el sustrato adecuados

Una buena base es esencial para una planta sana, y en este caso, el recipiente es de vital importancia.

  1. Maceta: escoger una de al menos 20 cm de profundidad, con orificios de drenaje. Las de barro son ideales por su porosidad, aunque las de plástico también sirven si permiten buen drenaje.
  2. Sustrato: usar tierra suelta, rica en materia orgánica. Mezclar sustrato universal con humus de lombriz o compost para darle más nutrientes.

Luz

Sin sol, la albahaca se debilita, pierde aroma, incluso puede dejar de tener actividad.

Se recomienda colocar la planta en un lugar donde reciba al menos 6 horas de sol directo al día. Los balcones orientados al sur o al este son perfectos. Si el sol es escaso, crecerá menos y más espigada.

Riego

El exceso de agua es tan peligroso como la sequía. El objetivo para un buen desarrollo de la albahaca es mantener la humedad sin llegar a encharcar.

  • Regar cuando la capa superior del sustrato esté seca, normalmente cada 1-2 días en verano.
  • Evitar mojar las hojas para prevenir hongos.
  • No dejar agua estancada en el plato bajo la maceta: puede provocar pudrición de raíces.
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El riego se debe de realizar por la mañana temprano o al atardecer

Poda y recolección

Podar correctamente estimula el crecimiento y puede llegar a mejorar el sabor de las hojas de la albahaca, ya que se produce una mayor aireación y la luz solar para la fotosíntesis se percibe mejor.

  • Se recomienda comenzar a podar cuando la planta tenga al menos 15 cm de altura.
  • Cortar justo por encima de un nudo de hojas para que salgan nuevos brotes laterales.
  • Retirar las flores en cuanto aparezcan para prolongar la vida útil de la planta y evitar que se vuelva amarga.

Fertilización y prevención de plagas

Si se realiza una fertilización de la planta se prolongará su vida útil, es importante tener en cuenta que la planta está sobre una maceta, por tanto los recursos nutritivos son limitados.

  • Abonar cada 2-3 semanas con fertilizante líquido.
  • Añadir una capa superficial de compost o humus una vez al mes.
  • Vigilar si aparecen pulgones, araña roja o mosca blanca. Si es así, actuar con jabón potásico o aceite de neem.