¿Te imaginas que la música no solo anime a las personas, sino también a las plantas? Un estudio reciente sugiere que los sonidos pueden tener un efecto inesperado en los hongos que ayudan a las plantas a crecer.
Parece ciencia ficción, pero este hallazgo abre la puerta a la posibilidad de que el sonido, ya sea música o simplemente ruido, pueda mejorar la salud de los cultivos y jardines.
Durante años, se ha hablado mucho sobre si poner música a las plantas, desde Mozart hasta heavy metal, puede realmente hacerlas crecer mejor. Aunque se han hecho experimentos, los resultados siempre fueron un poco confusos y nada concluyentes. Pero ahora, un grupo de científicos decidió cambiar el enfoque por completo.
En lugar de concentrarse en las plantas, optaron por investigar cómo el sonido afecta a los hongos que viven en el suelo y que son clave para el desarrollo de los cultivos.
Específicamente, el estudio analizó el efecto del sonido en un hongo beneficioso llamado Trichoderma harzianum, muy usado en la agricultura orgánica por su capacidad de mejorar el suelo y proteger a las plantas de enfermedades. Pero ¿les funcionó?
Para probar esta idea, los investigadores no les pusieron música relajante a las plantas, sino que optaron por algo más inusual: el rudio blanco, un ruido monótono parecido al "silbido" que se escucha en una radio cuando no hay señal.
Durante cinco días, expusieron a los hongos a este sonido, a 80 decibelios, durante media hora diaria. Y para sorpresa de todos, los hongos sometidos al sonido crecieron más rápido y produjeron más esporas que los que estaban en silencio. Aunque el sonido no era nada especial (ni siquiera era música), estos resultados abren la puerta a explorar qué otros tipos de sonido podrían potenciar este crecimiento.
Los científicos tienen algunas teorías interesantes. Una de ellas es el efecto piezoeléctrico, que suena complicado, pero básicamente significa que las ondas sonoras podrían generar una pequeña carga eléctrica que estimularía a los hongos a crecer.
Otra idea es que los hongos tienen algo llamado mecanorreceptores, que son como pequeños sensores que reaccionan a la presión o la vibración. Estas ondas sonoras podrían estar "tocando" esos sensores, desencadenando una serie de reacciones químicas que llevan al hongo a crecer más.
Aunque este estudio es solo el comienzo, plantea muchas preguntas interesantes: ¿qué tipo de sonido sería el más efectivo? ¿Funcionaría con otros hongos o microorganismos? ¿Qué impacto tendría en el ecosistema del suelo, como los insectos y bacterias?
Aunque aún no tenemos todas las respuestas, lo que está claro es que el sonido podría tener un papel mucho más importante en la naturaleza de lo que imaginamos. ¡Quién sabe! Tal vez, en un futuro cercano, utilicemos sonidos no solo para relajarnos, sino también para mejorar nuestros cultivos.
Sonic restoration: acoustic stimulation enhances plant growth-promoting fungi activity. Jake M. Robinson, Amy Annells, Christian Cando-Dumancela and Martin F. Breed Published:02 October 2024