La interacción entre la atmósfera y la hidrosfera da lugar a un intercambio continuo de flujos y materia. La correlación más evidente se materializa en el ciclo hidrológico, que nos cuenta cómo se mueve el agua en la tierra en diferentes estados líquido, sólido y gaseoso. Este proceso tiene cuatro etapas principales: evaporación, condensación, precipitación, infiltración y escorrentía. Las repasamos rápidamente:
Se trataba, a priori, de un ciclo totalmente natural que se ha visto claramente afectado por la presencia y actividad humana. Así pues, el servicio geológico de los EE.UU (USGS) ha sacado en primicia un diagrama del ciclo del agua totalmente renovado, donde los humanos son los protagonistas y el factor antrópico juega un papel "alterador" de estos procesos naturales.
El cambio refleja los últimos 20 años de investigaciones que descifran un papel central de la humanidad en el ciclo del agua. Cee Nell, especialista en visualización de datos del USGS y artífice del diagrama, cuenta que "tenemos que cambiar cómo pensamos para ser capaces de vivir y usar el agua de una forma sostenible en el futuro".
Además de los procesos naturales como la evaporación de los océanos, precipitaciones sobre la tierra y la escorrentía, el nuevo diagrama contiene pastoreo, escorrentía urbana, uso doméstico e industrial del agua y otras actividades humanas. También cabe destacar la alteración de los ríos al hacer rectos sus canales, la creación de presas y embalses, la artificialización de los cursos fluviales mediante desvíos o la construcción de canalizaciones nuevas.
Una de las formas más significativas en las que se usa agua en los Estados Unidos es en las plantas termoeléctricas, donde el agua de ríos es usada para enfriar, dijo Nell. El agua luego regresa al río, lo que a veces puede afectar la calidad de la misma.
El gráfico expresa de una forma muy clara y evidente que el ciclo hidrológico incluye los usos humanos y antrópicos del agua: el uso consuntivo, agrícola, industrial, etc...
La existencia del uso consuntivo implica una gestión del agua por parte de istraciones públicas y/o empresas privadas que deben crear toda una red de infraestructuras para sanear, depurar y potabilizar el agua. La sequía de los últimos meses, especialmente en Cataluña, ha puesto en valor las desalinizadoras como pieza clave de abastecimiento. La desalinizadora del Prat abastece incluso el agua de uso agrícola en el Parc Agrari del Baix Llobregat.
Por otro lado, los usos agrícolas e industriales también implican la construcción de canales de regadío, tuberías o canalizaciones de abastecimiento para empresas y sobre todo, depuradoras que garanticen la buena calidad ambiental del cauce de los ríos.