Un episodio de altas temperaturas siempre suele asociarse a una 'ola de calor', pero esto no siempre es así. Analizamos por qué el evento de estos próximos días en España no puede considerarse como tal.
Mucha gente confunde los episodios de calor intenso (como el que acaba de comenzar en España) con las 'olas de calor'. Aunque los conceptos son muy parecidos y existe un elemento en común, las altas temperaturas, no tienen por qué ser sinónimos.
Para que un episodio se considere como una 'ola de calor' se tienen que producir ciertas circunstancias concretas. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) define una ola de calor como un episodio en el que, durante al menos tres días consecutivos, se registran temperaturas excepcionalmente altas, que superan los valores habituales de temperatura de julio y agosto, en una parte significativa del territorio nacional.
Hilando más fino, en una ola de calor las temperaturas máximas diarias están por encima del percentil 95 de la serie histórica de los meses de julio y agosto. Además, el evento tiene que afectar, al menos, al 10 % de las estaciones meteorológicas consideradas en el análisis.
Estrictamente, para hablar de ola de calor, han de cumplirse tres criterios simultáneamente:
— AEMET (@AEMET_Esp) March 9, 2023
- Que las temperaturas estén en el 5 % de las más cálidas registradas en julio y agosto.
- Que se den en al menos el 10 % de las localidades analizadas
- Que dure, como poco, tres días. pic.twitter.com/IuEnIYwrhf
En este contexto, se puede deducir que para que haya una 'ola de calor' de forma estricta no basta con que haga mucho calor, sino que tiene que ser extraordinariamente intenso, que sea sostenido en el tiempo y con un extenso impacto territorial.
A pesar de que las temperaturas van a estar muy por encima de lo que es habitual para estas fechas y se van a extender durante varios días consecutivos, oficialmente este episodio de altas temperaturas no se puede considerar una 'ola de calor' como tal.
El criterio de extensión territorial y duración sí que se cumple, pero falla el otro elemento, la intensidad. Aunque las temperaturas que se van a registrar durante estos días van a ser extraordinariamente altas para un mes de mayo, no se alcanzarán los umbrales requeridos para sobrepasar los umbrales de julio y agosto.
Este tipo de episodios se están volviendo mucho más frecuente en los últimos años. Se han registrado olas de calor tempranas en junio, pero de momento no hay constancia de ninguna en el mes de mayo. Eso sí, en términos de salud, el primer episodio de calor muy intenso de la temporada suele generar importantes impactos, especialmente en colectivos más vulnerables.
La respuesta a esta pregunta es sí. Aunque no se den todos los criterios expuestos anteriormente de forma simultánea, podemos tener una entrada de aire cálido en cualquier momento del año que supere los récords vigentes para esa fecha.
Esto es justo lo que va a pasar durante estos días. Los valores diurnos no superarán los umbrales de julio y agosto, pero aún así se prevé un ambiente más típico de plena canícula, el período más cálido del año. Las temperaturas serán excepcionales en muchas comunidades, y probablemente caerán unos cuantos récords de máximas absolutas para el mes de mayo.
En pleno verano puede ocurrir otra situación, y es que el calor sea muy intenso pero que no sea duradero en el tiempo. No por ello es menos peligroso, ya que los umbrales se pueden superar fácilmente, sin ser 'ola de calor'. Esto es lo que por ejemplo sucede con los episodios de viento de poniente a orillas del Mediterráneo.
Aunque no sea una 'ola de calor' lo que vamos a tener estos días, el peligro existe. Será la primera entrada realmente cálida del año, y por eso hay que seguir las recomendaciones de los organismos oficiales, evitar la actividad física en las horas centrales del día al aire libre y no estar muy expuesto a la radiación solar.