El año hidrológico que hoy termina ha presentado en promedio un 4% menos de precipitaciones en nuestro país, lo que lo convierte en un ejercicio de carácter normal en su conjunto, pero con los acumulados distribuidos, como es lógico, de manera irregular y dejando varias cuencas en situación de sequía.
El agua embalsada en el total de las cuencas es de 22.537 hm3 lo que supone un 40,32% de su capacidad total, mientras que el año pasado en la misma fecha estaban al 46,28%, siendo la media de la última década al término del año hidrológico de 52,68%, equivalente a 29.447 hm3. No ha llovido ni tres cuartas partes de lo normal en el extremo oriental de Cataluña, tampoco en las provincias de Córdoba, Jaén, el sur de la de Sevilla, el noroeste de Cádiz y el oeste de la de Málaga.
También hay que resaltar que los episodios de DANA, aunque suelen dejar abundantes precipitaciones en una zona concreta, estas no tienen por qué ir a parar a los embalses. Cuando llueve de forma torrencial en muy poco tiempo la escorrentía es muy elevada, y en vez de filtrarse e ir a recargar los acuíferos se va rápidamente, sobre todo si es zona de litoral.
El mes de octubre, que comienza mañana, representa un período con grandes variaciones si comparamos unos años con otros. El primer día se caracterizará por un claro predominio de la estabilidad atmosférica pero enseguida entrará un frente por Galicia que el domingo recorrerá toda la Península de oeste a este -el llamado cordonazo de San Francisco-. Si bien será una situación transitoria y, previsiblemente, en las jornadas siguientes, exceptuando algunos frentes que afectarán al litoral cantábrico, volverá a lucir el sol en casi toda España con temperaturas que en el sur peninsular podrán superar de nuevo los 30 ºC.
Veamos, a grandes rasgos, cómo fueron los meses de octubre en la última década:
Los modelos muestran que será más cálido de lo normal y seco, aunque con riesgo de precipitaciones localmente fuertes o muy fuertes en las regiones mediterráneas dado que las temperaturas del mar que las baña siguen estando bastante altas y eso, como es sabido, es uno de los factores, entre otros, para que los episodios de DANA deriven en aguaceros.