El cultivo de hortalizas durante el año puede variar según el clima y la región específica. Sin embargo, algunas hortalizas son conocidas por su capacidad para adaptarse a diferentes estaciones y condiciones climáticas.
El cultivo de hortalizas en los huertos se define en función de la época del año en la que nos encontremos, sin embargo, algunas especies presentan un amplio rango de adaptación a las diferentes condiciones climáticas, razón que nos permite disfrutarlas de enero a diciembre, y tener a productos de temporada, frescos y locales.
Algunas variedades de lechuga de hojas sueltas, como la lechuga de hoja roble, son ideales para un cultivo constante a lo largo del año en el huerto.
Resistentes al frío, las espinacas son adecuadas para la primavera y el otoño, e incluso pueden cultivarse en invierno en zonas de climas suaves sin peligro de helada.
Las zanahorias son versátiles y pueden cultivarse durante gran parte del año, aunque prefieren climas más frescos.
De crecimiento rápido, los rábanos son perfectos para siembras sucesivas durante toda la temporada de cultivo, y se trata de un cultivo muy versátil en cocina.
Ciertas variedades de cebollas y ajos pueden plantarse en otoño para cosechar en primavera y verano, que es su época de mayor expresión y disfrute.
Los pimientos, especialmente las variedades más resistentes al calor, pueden cultivarse en verano y principios de otoño, y se trata de un cultivo que puede extenderse hasta bien entrado en invierno.
Variedades determinadas pueden producir tomates durante gran parte del año, especialmente en climas cálidos o con el empleo de invernaderos. Aunque su mejor época es durante el verano.
Estas hortalizas de la familia de las brassicáceas prosperan en climas frescos, siendo ideales para otoño e invierno.
Resistentes y perennes, las acelgas y los espárragos pueden ofrecernos cosechas durante varios años.
Para todas estas hortalizas, es importante adaptar las variedades y las fechas de siembra a las condiciones climáticas locales y seguir prácticas agronómicas adecuadas, como la rotación de cultivos, para maximizar la productividad y para mantener la salud del suelo en niveles adecuados. Además, la utilización de invernaderos o túneles de cultivo puede extender la temporada de cultivo para muchas hortalizas.