Una reciente encuesta realizada en España asegura que el 86% de los ciudadanos ha convertido la separación de residuos orgánicos, vidrios, cartón y plásticos en una rutina dentro de su hogar.
Sin embargo, el mismo estudio sociológico también refleja que el 40% desconfía de que sean procesados adecuadamente, lo que continúa actuando como un freno para el compromiso ciudadano con la separación de desperdicios.
Se trata de una duda que persiste en el imaginario colectivo: ¿Los camiones de basura lo mezclan todo de nuevo? Descubrimos los mitos y verdades detrás del sistema de reciclaje urbano.
Esta percepción, aunque común, no siempre se corresponde con la realidad. Existen camiones que cuentan con dos compartimentos en su interior, en los que se deposita la basura en zonas separadas.
En otros casos, las rutas de recogida de contenedores se establecen por días, es decir, un mismo camión recoge un día los envases del contenedor amarillo y, otro día, los del azul.
Pero la separación no acaba aquí. En las plantas de selección los envases vuelven a separase en 7 tipos diferentes: plástico PET (botellas de bebidas), plástico PEAD (botellas de suavizantes y detergentes), plástico film (bolsas), plástico mezcla (tarrinas), de brik (zumos, leche), metal (latas de conservas) y aluminio (la mayoría de latas de bebidas).
Para que esta separación sea más eficiente, el papel del consumidor en casa es fundamental, porque hace que a estas plantas lleguen únicamente los envases y no otro tipo de productos.
En la mayoría de ciudades, los ayuntamientos –responsables de la recogida de basuras– disponen de sistemas de recolección diferenciada que respetan la separación en origen a partir de distintos contenedores:
Es el de los envases de vidrio (sin tapones, sin bolsas, sin restos de comida), cuyo contenido se recoge en camiones específicos (o en los que llevan compartimentos separados).
¿#SabesQué no debes depositar en un contenedor verde? Aquí tienes un checklist:
— Guardia Civil (@guardiacivil) December 12, 2021
cristales de ventanas y espejos
lunas de automóviles
bombillas
cristales de ventana
tubos fluorescentes
vasos y copas de cristal
tapones
¡Ahora no tienes excusa! pic.twitter.com/41ufVS6gPT
Gracias a su apertura circular, apenas un 2% del contenido son residuos impropios, que luego se separan de forma mecánica en la planta de reciclado para garantizar que también se gestionen correctamente.
Se utiliza para los envases de plástico, briks y latas. En España lleva funcionando más de 25 años. A pesar de ello, es uno de los contenedores que más dudas generan.
Para despejarlas, desde Ecoembes explican que 40 botellas de plástico pueden convertirse en un forro polar, 80 latas de bebidas en una llanta de bicicleta y 8 botes de conserva pueden tener una segunda vida como piezas de una olla de cocina.
Para cartón y papel. Se recoge por un camión específico que traslada estos residuos a plantas de recuperación donde se fabrican bobinas de papel nuevo que, después, se convertirán en cajas, de zapatos, cereales, folios o periódicos.
Ha sido el último en incorporarse al sistema de reciclaje urbano, y aún no está disponible en todas las comunidades autónomas, que cuentan con 2025 para implementarlo.
¿Preparando tu jardín para el verano ️? ¡Esto te interesa!
— Vega del Henares (@VegaHenares) May 14, 2025
Los restos vegetales como césped, hojas y flores también tienen su espacio en el contenedor marrón
Para hacerlo bien, recuerda:
Usa bolsas compostables
No superes los 10 kg
No los mezcles con otros residuos pic.twitter.com/jcETZZvRix
Su función es recoger restos orgánicos: de comida, cáscaras de huevo y frutos secos, posos de café, bolsas de infusión, plantas y restos de poda, corchos de botellas, así como servilletas y papeles de cocina usados.
Todo debe introducirse en bolsas de basura biodegradables o tirar directamente mediante un recipiente reutilizable. El camión encargado de recoger estos residuos debe ser específico. Con su contenido se hace compost, que se aprovecha como fertilizante e incluso como generador de energía.
Más allá de los mitos sobre el camión de la basura, hay problemas estructurales que sí afectan la eficacia del reciclaje:
En definitiva, aunque existen casos donde los residuos reciclables terminan mezclados, eso no significa que reciclar sea inútil ni, mucho menos, que debamos abandonar ese hábito.
De hecho, es una herramienta vital para reducir el impacto ambiental y fomentar una cultura de responsabilidad que genere un cambio colectivo hacia ciudades y pueblos más sostenibles.